La vocación para el eterno retorno II (Rivers)
I
Hace frío hoy. No me da deseo de salir. En mis oidos esta el estruendo de las torretas de Mar Sara. Dejo el juego un momento y me hago un té. Es un té muy proustiano a esta hora del día en que mirando distraidamente veo un libro de Tagore. El libro viejo y destartalado es como una de esas puerta entre mundos que abundan en el universo del Starcraft.
II
Ella leía a Mircea Eliade y yo a M. Bulgakov. Parecería que estábamos locos a los 17 años discutiendo de cabalas y los pliegues del tiempo. Alimentándonos de croquetas y helados de L´Ward y paseándonos la Víbora entera 7 veces por semana nos alejábamos a pasos de gigante de ser dos polivalente –¡oh perfil ancho, quien se acuerda de tí!- ingenieros de la CUJAE…
Hacia frío en Cuba en aquellos tiempos. Alguna vez leí que por culpa de la erupción del Pinatubo a medio mundo de distancia. Yo simplemente creo que todo me parecía bello desde aquella primera mañana en que apareció en mi vida y hablamos de música clásica y mística oriental –aquí sólo hablaba ella. Había renunciado a la idea de estudiar con tal de que tuviéramos tiempo de escapar a la Biblioteca Nacional para leer aquellas cosas tan inútiles para aprobar Cálculo y Química.
Tenía una mirada que me hacía pensar en el Cantar de los Cantares, la música de Ravel y era como un viento en el pinar su pelo largo. Sus ojos quedaban fuera de todo símil que mi mente sea capaz de concebir. Era como una pequeña zorra de los cuentos: sabia, solitaria, bella y con unos dientecillos que sabía que nunca me morderían… En una imaginaría banda sonora a las imágenes de aquella época, siempre sería “The Rivers of Believe”
III
Ya se que me estoy poniendo cursi.
Pero esta mañana lo único que logro hacer, sentado frente a la línea de torretas que defienden Mar Sara de los Zerg; es ver como el reseco lecho de aquel río místico ve correr por primera vez en años un plateado hilo de agua. Esta empezando el retorno, puedo sentirlo...
2 comments:
stream a pulso, como debe ser:
inevitablemente me levanto cada dia sintiendo frio. si, el frio normal de una mañana en la iberia que nos ha adoptado -o que hemos adoptado nosotros? pero tambien esta el otro frio. ese que se siente cuando llegas a la aplazable -pero inevitable- conclusion que me comentabas hace unos dias: la vida sin amor no tiene sentido. cierto. y me inclino humildemente ante esta verdad abrumadora.
sentir que podemos hacer cosas solos es un pretexto para levantarnos cada dia con una media sonrisa. seria mucho mas grato despertar con una sonrisa total y resplandeciente y hacer cosas por nuestra cuenta, pero siempre teniendo la certeza que hay alguien que nos ama.
el verbo amar me ha despertado a lo largo de mi corta existencia muchas contradicciones. una y otra vez me he preguntado en qué consiste eso: amar.
todavia no encuentro la respuesta, quizas tu puedas darme alguna pista; hoy te pregunto: qué es amar, Omar? -curioso juego de palabras; pura coincidencia?- acaso sera este post?
bienvenido sea tu hilo plateado de agua, ojala vengan las lluvias y lo conviertan en buen rio, llenito de manantiales, dorado con los rayos del sol de la mannana. el amor...yo tampoco se explicar en que consiste, pero si se que es lo unico que hace la vida linda.
un beso
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