Friday, December 29, 2006

... y despidiendo el 2006: Baby, I´m On Fire...

Para despedir el año 2006, nada mejor que esta canción -que ya tiene sus añitos.
Muchas Felicidades!

Arreando la música:



Thursday, December 28, 2006

De los Castillos en las Nubes

I
Hace unos días leí la frase de Wcloister de "Castillo en la Nubes"… Por otro lado, llevo tiempo queriendo escribir –en serio, como diría NOA- la historia de un dragón que decide secuestrar a una psicoanalista –el blog de Carlos MiTambor sería un buen lugar para irse a perpetrar el hecho- que le ayude a solucionar sus divergencias. Pero antes debe rescatar cierto libro de encantamientos guardado en una catedral en Cologne custodiada por Kubalgie. El dragón conoce a la guerrera elfa Lara a quien ayuda a cruzar el Páramo de las Infinitas Soledades recibiendo a cambio la piedra filosofal que esta llevaba en su cuello colgado.

La elfa promete al dragón emplear su arco temible contra las criaturas demoníacas y cuidar de las puertas al Palacio en las Nubes.

El imaginario dragón debe pasar una serie de pruebas más y al final secuestra a la psicoanalista que termina convenciéndole que hay un hechizo tremendo capaz de lograr que todas sus cabezas se fundan en una: el hechizo mayor de cierta pequeña duende guerrera que vive en un Castillo entre las Nubes. El dragón se alisa las escamas y parte a encontrar su destino.

Pero el final no lo tengo. Si, en estos días me han animado a repensar la historia. De momento, sólo hay notas y retazos:

II

Fragmento 1
“El dragón tiene un diario donde escriben a cuatro columnas sus respectivas cabezas.

Una es una cabeza progresista que trata de ahorrar gas de dragón, preocupada por el calentamiento global y la ausencia de alcornoques y abetos en los bosques. La segunda es sanguínea y resuelta, tiene mucho de razón en todo lo que dice y se encarga de cambiar sus draconianos talentos por el oro. Que hasta los dragones se van de compras. También sabe de seducción y en general todo tipo de malas artes.

La tercera cabeza es reflexiva y mística. En sus mayores arrebatos de comprensión y empatía con el universo propone irse al campo a cuidar las mariposas. Siempre se equivoca. Una vez intentaba convencer a la cabeza 2 que no debían seguir secuestrando doncellas y desde ese día la 2 le dice “cabecilla gay”. La cabeza 2 entiende de arte y belleza como ninguna, pero deja a la 3 creer que la sensibilidad es cosa de los débiles.

La cabeza 4 un buen día dejo de hablar.

Las demás la tratan de seducir, como un niño con una banana intenta seducir a un mono, de que diga algo sobre aquella doncella. Que si mira 4, aquí tenemos tremendo pollo frito para ti… La 4 sólo se queda mirando y no dice nada. Se dice que sus últimas palabras fueron “que gran pena la Vida, llena de huecas batallas”

Cuando hay que decidir algo, a veces interviene, pero siempre con fatiga. En una votación de cabezas de dragón, sacar la lengua es “a favor” y no sacarla es “en contra”. Cabeza 2 y 1 siempre tienen la duda si lo que ha dicho es “No” o simplemente no le interesa. Por cierto, no se valen las abstenciones.

De todos modos, cuando sueñan, hay coletazos violentos y suspiros que vienen de cabeza 4.”


III


Fragmento 2
Y el dragón apunta en su diario un día que se acuesta tarde viendo la TV:

Cabeza 1: He estado viendo hoy la película Spirited Away. Es difícil no querer cuidar de Chihiro. Envidio a Haku, el rio-dragón. Yo soy solo un dragón.



La cabeza 4: Me quedé mirado a sus padres obsesionados con la comida, metidos de lleno en una tradición que ya ella no entiende y más bien teme. Pensaba en tantas cosas.

La cabeza 2: Chihiro es como yo! No teme a nada.

La 3: oye 2, ¿tú has visto como al final Haku no era tan duro nada? A lo mejor a ti que siempre estas en eso de ser un duro te vendría bien aprender de él.

La 2: Ná. Yo se lo que hago.

La 1: ¿Oigan, cuando vamos a secuestrar a la psicoanalista?

La 4: ¿Chihiro parece una duendecito, se han fijado en su pelo?

Todas: ¿eh, has hablado?

La 4: si, es que me ha dejado pensando esa película. Chihiro mirando con miedo e ira a sus padres que le parecen unos cerdos me recuerda a muchos que conozco. Luego esa llegada al Local de Baños, teniendo que trabajar muy duro. Incluso convencer que le dejen trabajar. Y entonces Haku, el rio-dragón, que en su dureza de esclavo del poder logra abrirse un espacio a Chihiro protegiéndole.

Cabeza 2: Bueno, eso esta muy bien, pero es que a él no le cuesta nada

Cabeza 4: Si, es verdad. Pero piensa. Chihiro es el paradigma del “empezar desde abajo” te diría que es una “sin papeles“, le toca hacer lo peor en un universo hostil y con leyes que ella sólo empieza a intuir; pero no pierde la sonrisa.

Cabeza 1: esta muy bien eso. Pero lo que a mi me gustó fue eso de que limpiaran el rió.

Cabeza 2: ¡no aprenden! A ver... Chihiro es sólo una niña-mujer en el duro transito a la adultez. No entiende a los padres, tiene que buscar su lugar en el mundo, lo cual incluye comer, y descubre que todos a su alrededor van perdiendo su mejor esencia en el proceso. Al final, Chihiro sólo esta volviéndose una mujer.

Cabeza 3: Pero no me vas a negar que la escena del vuelo con Haku es líndisima





Cabeza 2: No, nené, no te lo voy a negar. Pero para mi la gran escena es el tren, el viaje. Y a dormir, que mañana tengo que ver como logro freír a un enano de mierda que se ha llevado el oro a otro sitio. ¡Y a mí si no me van a coger con aquello de “quién se ha llevado mi oro”!


IV
Para todos los personajes del cuento: FELIZ AÑO NUEVO

Saturday, December 23, 2006

Un Cuento de Navidad

Para todos, absolutamente todos: Felicidades!

Thursday, December 21, 2006

The Fall of Palace of Exile


I
Estaba lloviendo desde la mañana anterior. Sin interrupciones. Un abril raro de tanto frío hacia que las ramas vacías de mangos rasparan en el techo llenando la casa de ruidos sordos y escurridizos. La perra dormía en mi cama y yo preparaba un café con los restos de un donativo de Silvia.

R y Silvia dormían. Una vez más, yo había estado acostándome tarde. Leyendo.

En mi cabeza resonaban frases de Joyce, aquel monólogo de Molly Bloom en Ulises se mezclaba con mis propias preocupaciones: "his heart was going like mad and yes I said yes I will Yes." y me volvían los recuerdos de una tarde en que por ciertos parques de la Víbora tenía lugar una de las despedidas más jodidas que recuerde...

Se me diluyeron los contornos del tiempo.

Era el Parque Córdoba en 1991 un lugar oscurísimo donde la gente esperaba la 130 (RIP) Atrás de la cerca y sentados en los columpios, unos rockers se burlaban de una muchacha que decía que le gustaba Al Steward y le cantaban una parodia chillona de "Year of The Cat" Mara y yo nos reíamos y nos quedábamos serios. La realidad a los 18 años es un semáforo.



Mara: ¿Omar, y si nos damos un último día a lo "Ulyses"? Empezamos por este parque y terminamos en el. Vamos a recorrer toda la ciudad que podamos.

No Mara, mañana tengo prueba de Cálculo. Y nunca fue.

En aquella mañana otra del 2000, entre los olores del café malísimo, me volvió la idea: Día Joyceano para hoy. Y me tomé el café; amargo, muy amargo.


II

Empezamos en la parada de la 29, comiendo unas cuñas de pie de queso bien horrible, y fuimos bajando lentamente. Una especie de "como gasto papeles recordándote..." pero dando risas en vez de canciones. Todo el barrio de "El Roble". Luego el Chivas. Los flamboyanes empezaban a llenar de vainas secas las cuarteadas aceras. Empezamos a tocar las improvisadas maracas mientras cruzábamos por Regla y llegábamos finalmente a la Lanchita de Regla.

Y la remontada eterna de la calle Olimpo, que nunca faltaba. Al llegar a la Moderna Poesía se nos unió Maria Mantilla II –una versión más tolerable de la otra, amiga esta inseparable de Silvia, no había remedio- que venía un poco de galas nadahaguianas para la ocasión. Nos desperdigamos por las calles y las horas se fueron entre infinitos chistes sobre la Coca-Cola-Del-Olvido. Maria Mantilla II me regaló un grillito hecho de una penca de guano que traía en el sempiterno bolso y entre todos le compramos a Silvia una edición de “La Ciudad de la Columnas” que abrazó emocionada con una mezcla de nadahago y mujer que la acompañará per seculum seculorum.

En la Plaza de Armas, en pleno arrebato nadahaguiano, nos cantó María Mantilla II el himno de la Universidad de la Habana –nunca en mi vida lo había oído- y las risotadas de la gente que vendía, jineteaba, mendigaba o simplemente pasaba por ahí le daba un carácter de pecera a la realidad nuestra, raro atolón en medio del sol.

No me quedé detrás. Cuando vimos a “los zanqueros”, por aquel entonces de estreno en la Habana, decidí bailar como en mis tiempos de “el disco”. Maria Mantilla II se declaró incapaz del baile, “pero cuando lleguemos a la Biblioteca Nacional verás lo que es un Ave María!”

Bajamos las escaleras a la cafetería con tremendo tropelaje y luego de darle tremenda charla a la portera –ahora había que presentar un carné para entrar a la Biblioteca que R no tenía- para comernos unos Proustianos panes con pasta de 60 centavos que Silvia miraba ahora riéndose al confesar cuantas veces quiso comerlos mientras bajaba sus infusiones de cáscara de naranja.

María Mantilla II cumplió su promesa. Nos botaron de la fonoteca. "La ciudad se derrumba y yo cantando..." me venía una y otra vez mientras esperábamos la lancha de Casablanca. El sol se ponía en la bahía y entre el olor del petróleo en el agua yo miraba las imaginarías esponjas que siempre estaban cuando yo era niño entre los antiguos pilotes del desembarcadero de Regla. La mujer que cacheaba los bolsos me sacó de mi ensoñación cuando Silvia le dijo que eso no era un arma blanca, sino una pequeña daga elfa llamada Armathotsil.

III
Pero luego los pedazos de la alegría de Silvia cayeron como meteoritos sobre el Palacio del Exilio… Antes de irse dejo caer un día su enorme colección de casetes “Crown” de música New Age y toneladas de tacitas de té. “¡qué yo vuelvo a buscarlas caballero!”

A los pocos meses la perra se cayó del techo y tiempo después murió. R dejó la medicina en una estruendosa transición que le llevó a ser productor de espectáculos. Mis dólares se fueron con mi salto al mundo de la informática. Mantilla II se quedó sin trabajo y salió embarazada. La cosa no fue bien, estaba muy mal alimentada y perdió ese hijo y todos los por venir. Cansada de la vida nadahaguiana, se casó con un italiano que conoció en un Festival de Cine.

Una noche subimos al techo y en una rara hoguera ardieron poemas de R, dibujitos élficos o “runas” de Silvia. Unidos a ellos los cuños de médico de R. Y también mis dos libros de anotaciones de una “novela de periodo especial” que Silvia había llenado de ilustraciones. El cartón llenó de humo la noche. A mi el humo me pica en los ojos.

Y también R se fue en otro avión... Volví a casa.

Y yo… Pues a cada rato pienso en la daga Armathotsil, que aún debe estar cogiendo polvo entre las ramas de la mata de mango donde Silvia la clavó, totalmente borracha y sollozante aquella última noche en Cuba. Si, en las azoteas de Guanabacoa resonó un “cojoneeeeeeessssssssssssssssssss“ mientras Silvia asestaba el golpe. Nada elfico, por cierto.

Saturday, December 16, 2006

Exilios Varios III: Yo, Nadahago

I'm a tired, hungry bear
Spoiled and sleepy

Bearsuit. Tindersticks


I
Me cansé del encierro en el Palacio del Exilio. Llevaba días lloviendo (el ciclón Irene) y la lluvia destruyó por completo la puerta. R estaba muy mal viendo como el agua entraba sin clemencia. Un nylon, cajas viejas... Nada. La humedad iba ganando terreno. Las paredes empezaban a humedecerse peligrosamente y estabamos agotados de sacar agua una y otra vez. El palo de escoba y el haragán terminaron rotos.

Y dejó de llover cuando ya no quedaban ganas de nada. Los charcos lo colmaban todo. Me levanté y fuí a comprar chícharos, aceite y arroz por la libre en la tiendecita improvisada que había cerca de la calle Cadenas. R siguió secando.

Al volver a casa miramos la puerta -ambos somos unos inútiles notables en materias como la carpintería- y empezamos a notar que hacía mucha falta una nueva puerta. Era octubre. Pero era lunes, al otro dia se trabajaba.

II

En el trabajo, me dedicaba a contar los minutos. R estaba llamándome cada dos pro tres y yo escuchaba las gotas que caían en el techo del taller. Rezagadas goticas de mierda, que odio. Me atreví a preguntarle a mis compañeros si alguién sabía como hacer una puerta y lo menos que hicieron fue reirse. Finalmente me dieron una mínima idea de precios y ahi me reí yo. Risa histérica.

En casa -R no había salido en todo el día y tenía el peor humor que le haya visto- empezamos a pensar en libros que vender, posibles meroliqueos de temporada conque reunir todos aquellos ceritos que tenía el precio. Mi alcancía estaba vacio por completo. R no tenía ni alcancía. No había ni mangos en el techo.

Miramos un librero y empezó la cosa. oh vieja frase de medir mil veces y cortar una. No. Medimos mil veces, cortamos millones. Ya iban dos libreros. Los libros empezaban a crear una especie de volcán en medio del comedor. La perra nos miraba curiosa martillar con un busto de Martí devenido Universal Tool por obra y gracia de la más absoluta obstinación.

Y al final: Frankestein II.

III

Pero aun quedaba "encajarla" en el marco. El agua había estado haciendo de las suyas y la madera estaba hinchada.

La 1 AM, dos cuchillos cual espadas, R & yo... Franki (asi llamabamos a la puerta) entró a su pesar, con el consiguiente número de falsos intentos y cortadas en las manos; pero entró coño, entró!

Nos tiramos a dormir con los primeros gallos de la prima de R, que se alborotaban una y otra vez cuando alguien se iba al baño. En la cama, sin bañarme, oía a Nick Cave cantando una canción que siempre recordaré: Bearsuit.

IV

Silvia se apareció muchos días después. Venía eufórica. Le había llegado "el Bombo" Llevaba prisa así que se invitó ella misma a comer -los flacos deditos marcaban un 7 como posible hora de su reaparición.

R tenía una cara de infelicidad cada vez mayor y con su peculiar sentido del humor le dijo: "oye flaquita, no tires el portón, que aun estamos en temporada ciclónica"

Silvia se quedó mirando la puerta. En su locura -no contagiosa- había ignorado por completo el tamaño esfuerzo de R. Se quedó mirándonos y se le aguaron los ojos.

- "Señores, yo los voy a extrañar con cojones, de verdad"
- Na, eso lo soluciona la coca cola del olvido
- "¡Señores, esos esta hecho con los libreros!"

Tocaba las maderas. Las olía. Cogió un bolígrafo de la mesa y remató escribiendo en la puerta:

"Yo, silvita, la Gran Nadahago:

Bautizo esta puerta.
No olvidaré jamás comer caliente y el Palacio del Exilio

Octubre de 1999"



V

Borrachos todos, despediamos una y otra vez a la Gran Nadahago cantando a Nick Cave y friendo una frituras de chícharos que no nos dejaron dormir en toda la noche...



I don't believe in an interventionist God
But I know, darling, that you do
But if I did I would kneel down and ask Him
Not to intervene when it came to you
Not to touch a hair on your head
To leave you as you are
And if He felt He had to direct you
Then direct you into my arms

Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms

And I don't believe in the existence of angels
But looking at you I wonder if that's true
But if I did I would summon them together
And ask them to watch over you
To each burn a candle for you
To make bright and clear your path
And to walk, like Christ, in grace and love
And guide you into my arms

Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms

And I believe in Love
And I know that you do too
And I believe in some kind of path
That we can walk down, me and you
So keep your candlew burning
And make her journey bright and pure
That she will keep returning
Always and evermore

Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms, O Lord
Into my arms

Monday, December 11, 2006

Tuesday, December 05, 2006


On Travel: bloqueo antitroll

Por unos días estoy de viaje... Para evitar el típico episodio infinito de trolls (voy a tener el blog sin atender por nos cuantos días), he decidido dejarlo moderado.

Saludos a todos y en especial al Troll de turno.

Sunday, December 03, 2006

WOW is back

He resistido 7 años a la tentación. Hoy he caído:



Y como toda subcultura, en esta hay de todo: